16.11.09

Era Leyba

De veras que el internet no tiene secretos. Quise buscarte -así nomás por curiosidad,- y te encontré. Resulta que tenía mal tu apellido, resulta que Google no miente, resulta que eres mucho más famosa de lo que pensé al principio. Tienes hasta un video en el que presumes tu cuerpo (padre, por cierto).

Quisiera decirte que en el fondo no me arrepiento, que luego las cosas no resultan pero que cómo vas a saber si resultan si nunca las intentas, que estuvo chido mientras duró ese que sé yo que me dio por romper el esquema y que además qué buena onda que te rifaste y así nomás soltaste tu número, sin saber si yo era un chaca de esos que luego te vas topando. Quisiera decirte que hay maneras, también, y que esa no fue la correcta, que lo de los veinte minutos nunca me había parecido tan cierto y que tampoco hay que quedarse tanto tiempo si se ve que nomás no.

Pero bueno, no te lo podré decir porque ya no nos vamos a ver. No fue lo que esperábamos porque tú buscabas algo en mi que yo no soy, y yo sólo quería saber hasta dónde llegaría. Tal vez las cosas a la fuerza no jalan. Aún así te deseo suerte en lo que sea que hagas, a donde sea que vayas, con quien sea que te encuentres. La vida es como un delta que siempre termina en el mar.

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