Yo, volteando vejiga. Entra SEÑOR y se posa en el minjitorio de mi derecha. La siguiente es una conversación telefónica.
Señor: Sí, así déjala, paradita... Sí, así nomás, pero que quede bien derechita, ¿eh? Que no se te caiga. Paradita, paradita...
Resulta ser que su nena, de unos cuantos meses, estaba vomitando.
Tomado de Julio Pisanty
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