Nada, que me llegan los mails
de cadena de pésames a Humberto Ricalde, gran maestro y quien murió sin avisar.
Entre los que escriben están Mauricio Rocha, José María Bilbao, Victor Jiménez,
etc. Un doctorsete de la facultad, de unos 40 años, escribe:
Lamento la pérdida de
cualquier maestro de la Facultad, pero por favor, dejen de incluirme en sus
mails generalizados y cadenas, pues asumen que el sentimiento de pérdida es
compartido.
Dr. Ivan San Martin Córdova
Investigador titular
Coordinación de Investigación en Arquitectura, Urbanismo y Paisaje de la Facultad de Arquitectura
A lo
que Victor Jiménez, que dirige la fundación Rulfo y se echó las remodelaciones
de las casas de Diego y Frida y la otra de O'Gorman, responde:
Estimado
Iván San Martín:
Me
apena que usted no pueda firmar como arquitecto, que es el grado más alto al
que puede aspirar un colega, y deba refugiarse en algo tan quimérico como un
"doctorado" (supongo que en arquitectura). ¿Creería usted en un
doctorado en pintura? Yo tampoco...
José Luis
Benlliure llenó una vez, ante mis ojos, un curriculum vitae: puso su nombre, y
abajo "arquitecto". Solamente eso. Alguien que también estaba ahí le
dijo: "pero qué modesto es usted", y José Luis respondió: "no:
qué vanidoso". Humberto Ricalde era precisamente eso, un arquitecto, y el
título no le quedaba grande.
Espero
que usted llegue algún día a ser digno de ese mismo título...
Ah: y
si alguien lo incluyó en esta cadena cometió un error, sin duda, pero no se
deje poseer por el resentimiento.
Víctor
Jiménez, arquitecto...
Nada
más que agregar.
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